A ti.

Podría empezar hablando de los diferentes tipos de personas que nos encontramos en la vida. Pero prefiero básicamente no dar protagonismo a todos esos que llegaron y acabaron desapareciendo.

Vengo a hablar de gente que merece la pena. De esos que llegan a tu vida y te hacen decirte a ti mismo »Por favor, no le dejes ir».

Y es que resulta que vale la pena, quien te la quita. Quédate con esa persona.

Quédate con quien no necesites hablar para entenderos, con la persona que te mire y sólo con eso ya quepa qué te pasa. Con quien acepte tu pasado, no juzgue tu presente y te impulse hacia el futuro.

Quédate con esas personas que te abrazan tan fuerte que parece que te van a romper y realmente te están reconfortando. Con esas que quieres y te quieren de vuelta.

 Es difícil encontrar a personas así, pero las hay. De esas que no importa el frío que haga, que siempre compartirán contigo un huequito de su chaquetón para calentar tus manos. O de las que te ofrecen su casa si tienes un día malo.

De las que te hacen reír tan fuerte que duele y que si te hacen llorar es siempre de alegría.

No todo el mundo tiene a suerte de tener a personas así en su vida. Yo, gracias a Dios… puedo decir que sí. Y ahora entiendo cuando mi madre de pequeña me decía que los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano y, normalmente sobran dedos.

Quédate con quien puedas hablar de todo con la libertad de saber que eso es algo entre vosotros y de nadie más. Con quien pierdas el tiempo, pero ganes vida.

Y si por cualquier cosa no puedes tener algo que deseas mucho, ésa persona va a estar ahí y te lo va a dar. Sin que se lo pidas. Porque son así, imprevisibles. De las que decía que quieres y te quieren de vuelta.

Aseguro que en estos momentos todos tenemos a alguien en nuestra cabeza.

 

Yo también.

 

Y sí, esa persona eres tú. Que sé que me estás leyendo porque nunca me fallas y por eso mismo digo todo esto.

Que las cosas buenas tardan en llegar y las extraordinaria… llegan de golpe. Como tú.

Sólo hay una persona que conoce mis secretos… y es ésta que te escribe. Ésta misma que decidió compartir contigo aquellas cosas que quizá jamás pensaba compartir con nadie. Y por eso te escribo.

A ti, por ser la que enciende mi bombillita y me impulsa a escribir esto.

Por ser la persona con la que mis ojos se hablan y entienden a la perfección.

Por ser mis pies y mis manos.

Por ser mi paraguas cuando llega la lluvia, y no atmosféricamente hablando.

A ti, por no dejarte influenciar por aquellos que viven su vida metiéndose en la mía porque no tienen nada más novedoso de qué hablar.

A ti, que siempre tienes la palabra precisa en el momento exacto porque sabes perfectamente qué voy a decir, cómo y cuándo. E incluso te adelantas y terminas lo que aún no he acabado de decir.

A ti, a la persona que no le importa compartir chocolate aunque sea derretido a las tres de la mañana después de un concierto. A la misma persona que confía más en mi que yo y que un día sin buscarla, la música me dió.

A ti, que no hay brujas, ni herraduras, ni búhos de la suerte que lo discutan.

Mi mayor suerte fue encontrarte.

Y a ver quién es el valiente que se atreve a negarlo.

A ti…

                            GRACIAS.

 


 

Feliz cumpleaños, amiga. No te mereces menos.

5 comentarios en “A ti.

  1. anacentellasg dijo:

    Cuánta razón tienes! Los verdaderos amigos se cuentan con los dedos de una mano y siempre sobran dedos… Hace algún tiempo me dolía, y mucho, me sentía decepcionada a más no poder, pero el tiempo te enseña a apreciar a las personas realmente importantes en tu vida, esas que nunca querrás dejar marchar y que nunca querrán que te marches.

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