Siendo uno mismo en cualquier parte

No es que haya vivido muchos años, pero he vivido lo suficiente como para darme cuenta de saber cómo soy.
Soy de esas personas tímidas, alegres, inquietas, con ganas de sonreír y hacer que otros sonrían, de esas que se levantan por la mañana y se proponen que el día sea mejor que el anterior, de esas que siempre se preocupan por los demás aunque yo esté peor.
Soy de ese tipo de personas que creen en los sueños y que saben que con esfuerzo TODO se puede alcanzar. Esa que aunque se encuentre con mil «no», mantendrá la ilusión por un «si» hasta el final, soy ese tipo de persona que sabe quién sí, quién no y quien nunca. Soy de las que saltan las rayas blancas de los pasos de cebra, de las que siempre corren justo cuando se está cerrando la puerta del metro, de las que odia el olor a tabaco y gasolina y de las que se pierden en pleno centro.

Y sé que no soy perfecta, pero tampoco intento serlo porque realmente… ser como soy es lo que me hace ser YO con defectos y virtudes y me siento orgullosa de ello.
Porque si hay algo triste en esta vida, es tratar de ser como quieren que seas, y no tú mismo.